Ucrania.- Una mujer de 35 años de Ucrania arrojó a su bebé recién nacido a un pozo de excremento porque no sabía quién era el padre.
Hanna se encontraba en el baño en la parte trasera de su casa en una aldea del distrito de Serendino-Bud, cuando sintió un fuerte dolor abdominal.
Según ella el infante cayó por accidente al pozo, pero luego declaró que deseaba deshacerse del bebé, porque no sabía quién era el padre.
Los vecinos declararon que se les hizo extraño verla con el vientre abultado y luego ya no. Hanna fue detenida y acusada de homicidio premeditado, ya que el bebé nació vivo y entre el excremento murió ahogado.