la tragedia migrante
Renuncien y no sigan las ordenes de lastimar a su propia gente gritaban manifestantes a la Guardia Nacional de California

Por: La Redacción.
Los Ángeles, Cal., a 9 de junio del 2025.- Renuncien a su trabajo!, ¡Son una vergüenza!” ¡Váyanse a casa!, ¡No sigan las ordenes de lastimar a su propia gente!, gritaron cientos de manifestantes en contra de elementos de la Guardia Nacional de California que resguardaban el edificio Edward R. Roybal y que fueron enviados por el presidente Donald Trump, en sus intentos por silenciar a quienes se oponen a las políticas de deportación y el asedio de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el sur de California.
El tercer día de protestas en Los Ángeles se tornó violento: policías de LAPD que fueron desplegados en “alerta táctica” derribaron al piso a varias mujeres que se les plantaron de frente con carteles de repudio, después los manifestantes incendiaron hasta cinco vehículos, previo y después a una declaración de reunión ilegal en la zona de la calle Alameda, entre las calles Segunda y Aliso.
Los policías se enfrentaron a más de 1,000 manifestantes en el edificio federal Edward R. Roybal y en el Centro de Detención Metropolitano en la calle Alameda.
Los enardecidos civiles que, primero confrontaron a los miembros de la Guardia Nacional desplegados en Los Ángeles y después pidieron también la renuncia a decenas de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
La tensión en el ambiente presagiaba que la protesta callejera por tercer día consecutivo no acabaría bien.
“Son los mismos policías latinos nuestros peores enemigos”, dijo Angélica, una manifestante que no quiso proporcionar su apellido.
Frente al edificio federal, pintarrajeado con grafito y mensajes de rechazo a las redadas de ICE, los miembros de la Guardia Nacional y oficiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) se mantenían estáticos, armados con macanas metálicas y ametralladoras.
La zona céntrica de la ciudad estába prácticamente militarizada.
De hecho, varios policías dispararon repetidas rondas de municiones antidisturbios para dispersar a los manifestantes, pero esto no intimidó a nadie.
“Esa es la reacción que ellos se merecen”, dijo Jackie, una asistente de dentista. “Nosotros estamos defendiendo a nuestra gente y ellos lo deben tener muy claro. No nos iremos a ningún lado. Este es nuestro país”.
Coincidió con ella, Micaela Magaña, quien portaba una camiseta blanca con el lema: “Nadie es ilegal en tierra robada”.
“Si ellos recuerdan la historia, aquí vivimos en tierras que les fueron arrebatadas a los indígenas con ese mal tratado de Guadalupe-Hidalgo”, refirió la maestra de preparatoria en Fresno, California.
“Son una vergüenza”
¡Preparen, apunten, fuego!, fue la respuesta de los policías angelinos contra el derecho de libre expresión y de protesta de los cientos de civiles que corrían de norte a sur y viceversa por la Avenida Alameda, entre las calles Arcadia y Temple.
Parecía que la multitud se enfilaba a un pelotón de fusilamiento. Los policías estaban cubiertos con cascos y lentes protectores.
La gente, a duras penas se cubría el rostro con una bandana o una mascarilla. La respiración era complicada y los ojos ardían producto del gas lacrimógeno que era lanzado a la multitud.
“Hey, Gonzáles. Hey, Hernández. Hey, Camacho. Son una vergüenza como latinos. Sus padres también deberían estar avergonzados de ustedes”, gritaron los manifestantes. “Todos son basura”.
Ellos habían identificado la placa de los uniformes de los policías de LAPD. En su cara les ondeaban banderas de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y México.
Una y otra vez repetían que Estados Unidos vive ya momentos de “fascismo”.
Después de las 4:00 pm., los manifestantes invadieron la Autopista 101 en el centro de la ciudad. Tras ser dispersados, a las 5:24 pm los carriles rumbo al norte fueron reabiertos, mientras que rumbo al sur permanecían cerrados por la Patrulla de Caminos de California (CHP).
Las protestas por la orden presidencial de enviar a 2,000 miembros de la Guardia Nacional a Los Ángeles han escalado a terrenos peligrosos, dijeron las autoridades.
Sobre la calle Main, los inconformes detuvieron vehículos, al norte de la calle Arcadia y prendieron fuego a varios vehículos.
El Departamento de Bomberos de Los Ángeles entró en la zona para extinguir el incendio. Videos publicados en redes sociales y en televisión mostraron vehículos autónomos de Waymo destruidos, uno de los cuales estaba en llamas.
También, decenas de personas fueron golpeadas con un claro exceso de fuerza. Muchos detenidos quedaron inmóviles y otros tirados en el pavimento retorciéndose de dolor.
Debido a la gran afluencia de manifestantes cerca de la estación Little Tokyo de la línea A/E del metro en el centro de Los Ángeles, el LAPD solicitó el cierre de dicha estación hasta que se restableciera la seguridad de los pasajeros y empleados de la agencia de transporte público.
De hecho, los trenes de pasajeros pasaron por alto la estación y las autoridades recomendaron a los usuarios que consultaran el Planificador de Viajes en Metro.net para encontrar rutas alternativas de transporte.
“¡Fuera la migra! ¡No a la Guardia Nacional en Los Ángeles! ¡No a Trump! ¡Alto al fascismo!, gritó Amina González, en la Placita Olvera, al tiempo que reconoció que en Estados Unidos se están viviendo tiempos sin precedentes, “mientras Trump deporta a miles de inmigrantes sin el debido proceso y llama a la Guardia Nacional para aplastar las protestas justas”.
Agrego: “Decimos no al terror contra los inmigrantes en las calles… El régimen fascista de Trump debe irse ya. No hay nada justo ni legítimo en el despliegue de camiones blindados Bear Cats contra lavaplatos y trabajadores textiles inmigrantes. No hay nada legítimo en usar agentes químicos contra congresistas que intentan verificar las condiciones de los detenidos, incluyendo al presidente de un importante sindicato que sigue detenido [David Huerta, del SEIU]”.
Jaime Gutiérrez, quien ha ejercido como abogado de derechos civiles en Los Ángeles por más de dos décadas, precisó que la Guardia Nacional y el ICE están cometiendo flagrantes violaciones constitucionales en las calles de la ciudad.
“La Primera Enmienda está bajo ataque. La protesta pacífica se etiqueta como insurrección. Los observadores legales son acosados mientras documentan los abusos”, declaró Gutiérrez. “El efecto paralizante en la comunidad no es aceptable”.
Añadió que la Cuarta Enmienda “está muerta en nuestros vecindarios, por las invasiones de hogares sin orden judicial por parte de agentes del ICE, puestos de control militares en comunidades inmigrantes, vigilancia masiva compartida entre el LAPD y las fuerzas federales”.
Sostuvo que ICE está implementando tácticas de atropello y fuga que aterrorizan a las comunidades y familias e indicó que la Cuarta Enmienda “es traicionada” al negar la igualdad de protección a los residentes latinos, violando y acelerando el debido proceso.
Antes del anochecer, el Departamento de Policía de Los Ángeles declaró ilegal una asamblea en toda la zona del Centro Cívico del centro de la ciudad y ha cerrado el tráfico en la calle Spring, entre las calles Temple y Primera.
Los manifestantes usaron sillas de Grand Park y otros objetos para bloquear la calle, por lo cual las autoridades recibieron autorización para utilizar municiones menos letales que pueden causar dolor y molestias. El área por los bloqueos incluye la calle Broadway al oeste, Alameda al este, Calle Segunda al sur y César E. Chávez Boulevard al norte.
‘Lo que estamos viendo en LA es caos provocado por la administración federal’
Mientras en las calles miles de personas se manifestaban contra las redadas de migración, la alcaldesa de Los Ángeles Karen Bass explico que la gente debe de tener el derecho de manifestarse como lo expresa la Primera Enmienda, pero la gente también debería de ejercitar ese derecho en forma pacífica.
Desde el Ayuntamiento de Los Ángeles, la alcaldesa subrayo que se está trabajando con funcionarios públicos y organizando los recursos para darle una solución pacífica a las protestas, pero sin duda, lo que se ve ahora ha sido provocado por la administración Trump y su decisión de enviar a la Guardia Nacional para controlar las manifestaciones.
“Cuando haces una redada en Home Depot y en lugares de trabajo, separas a los padres de sus hijos y llegas en camionetas blindadas por la calle lo que causa es miedo y pánico”, expreso la alcaldesa. “Y cuando envías tropas federales, lo único que se hace es incrementar la tensión. Hay que tenerlo claro, esto tiene otra agenda y no tiene nada que ver con la seguridad de Los Ángeles”.
Bass subrayó que todos los angelinos deben saber que ella los apoya, sin importar su lugar de nacimiento; además, les recordó que la Primera Enmienda les da el derecho a manifestarse, pero no a manifestarse con violencia. Les pidió que, por favor, se sigan manifestando y expresen su enojo, rabia o impotencia, pero que lo hagan pacíficamente.
La alcaldesa recordó la redada del viernes en Home Depot y en lugares de trabajo, para manifestar que la administración Trump había dicho que se deportaría a personas con antecedentes penales o criminales, pero le cuesta trabajo pensar que en esos lugares de trabajo se iba a encontrar a ese tipo de individuos.
Añadió que las redadas en los lugares de trabajo aterrorizan a todos e impiden que las personas vayan a su empleo y los niños a la escuela, generando un pánico que termina afectando a toda la ciudad.
Información de Agencia EFE y la Opinión.

-
Policiaca3 semanas ago
Los cárteles dejaron los precursores restringidos por productos químicos menos restringidos y más fáciles de obtener: DEA
-
Policiaca4 semanas ago
En pleno Centro Histórico de Chihuahua localizan 238 macetas de marihuana
-
Nacional4 semanas ago
Tras acuerdo con Ovidio 17 integrantes de la familia Guzmán se entregaron a EU
-
Policiaca3 semanas ago
Hallan cadáver entre basura y matan a balazos a un hombre en diferentes hechos