Internacional
La visita a Madrid de una hija de El Chapo, vigilada por la Inteligencia española
Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 23 de agosto del 2023.- Sólo unos días después de la sonada fuga que protagonizó Joaquín El Chapo Guzmán del Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, en julio de 2015, una hija del narcotraficante hizo un viaje por varias naciones europeas, pasando por al menos España, Italia y Reino Unido, que fue monitoreado a petición del gobierno mexicano.
El entonces Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), que dirigía Eugenio Imaz Gispert, pidió apoyo para esa tarea a la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional de España, con el propósito de obtener toda la información posible sobre las actividades de la mujer en este país; si bien de esa petición no se advierte ningún vínculo con la evasión del penal de su padre, pero sí evidencia que se extremó la atención sobre la hija del capo en su ruta europea.
Esto se desprende de las comunicaciones vía WhatsApp que mantuvieron el entonces jefe de esa unidad de la Policía Nacional, el comisario Enrique García Castaño, El Gordo, con el número dos del Ministerio del Interior en la etapa de Mariano Rajoy, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Las sábanas de mensajes forman parte de la “Operación Kitchen”, que investiga el Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, que preside el magistrado Manuel García Castellón.
Esa investigación contra la cúpula de Interior –incluido el exministro Jorge Fernández Díaz— y la denominada “Policía Patriótica”, fue causada por el dispositivo clandestino que montaron para sustraer documentos sensibles al exgerente y extesorero del Partido Popular (PP), Luis Bárcenas, y sabotear la investigación judicial por corrupción en el PP que dirigía el entonces presidente Rajoy. “Kitchen” es sólo una de las más de veinte casos de la macrocausa “Tandem”, que tiene en el centro de todo al excomisario José Manuel Villarejo, aficionado a grabar a todos sus interlocutores, vender informes secretos y resolver entuertos desde “las cloacas del poder” en España.
Proceso tuvo acceso a una de las sábanas de esos mensajes de WhatsApp que van de febrero de 2015 a junio de 2018, y puso el foco en las continuas y muy diversas alusiones a México, todas ellas ajenas al caso “Kitchen”: El viaje de la hija del Chapo; reuniones con ejecutivos de Cemex; la ayuda para la detención en Madrid de uno de los Porky´s, un junior acusado de violación en Veracruz; los galardones que se concedían funcionarios de México y de España; la asistencia de la cúpula policial a la fiesta diplomática que la embajada organiza en la residencia del embajador mexicano con motivo del 15 de septiembre, entre otros temas.
Periplo europeo
A las 13:44 horas del 30 de julio, el comisario García Castaño escribe al secretario Francisco Martínez, sobre el periplo por Europa de la hija del Chapo, de la que no se precisa la identidad.
“Sabes que pasó el otro día por Madrid una de las hijas del Chapo, me pidió ayuda el Cisen”, escribe el que era titular de la UCAO.
En el intercambio de mensajes, que prosigue hasta las 14:06, no se dan detalles sobre los días que duró la estadía de la hija del Chapo en España. Sin embargo, la conversación se produjo dos semanas después de la espectacular fuga de Guzmán Loera a través de un túnel de 1.5 kilómetros que comunicaba la regadera de su celda con una casa a medio construir en las inmediaciones del penal del Altiplano, en el Estado de México.
“¿Es verdad que pasó por Madrid?”, escribe el secretario, como incrédulo.
La reacción de Francisco Martínez –cuya esposa es jalisciense y muestra estar enterado de las noticias de México— coincide con la gran atención que la prensa internacional dio al seguimiento de la espectacular fuga que se convirtió en escarnio para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Secretario pero que poca fe, tengo la ficha de su billete y mi gente (da seguimiento)”, señala el jefe policial.
Y añade: “Y fue el Cisen el que me avisó para que le diera apoyo, de aquí fue a Londres, después a Roma y el 5 (de agosto) vuelve a México desde Madrid, vino en una excursión de 40 personas, pero el Chapo tiene más hijas, con otras mujeres”.
De hecho, dos días después de ese 5 de agosto que la hija viajó de regreso a México, la DEA anunció (7 de agosto) que ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares para obtener información sobre el paradero del traficante. En esas fechas también la entonces Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de 60 millones de pesos (más de 3.5 millones de dólares) con el mismo propósito.
De los diez hijos reconocidos del capo, quien purga una condena de por vida en una prisión en Estados Unidos, cuatro son mujeres, siendo la primogénita Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, de 33 años (hija de Alejandrina Salazar Hernández); Griselda Guadalupe Guzmán López (que procreó con Griselda López), y las gemelas Emaly y María Joaquina, las más pequeñas, que procreó con Emma Coronel.
Alejandrina Gisselle se licenció como cirujana en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara. Es la hermana mayor de Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y César Guzmán, “Los Chapitos” o “Los Menores”, que heredaron la facción de la organización del padre y que hoy son objetivo prioritario de Estados Unidos por su empresa criminal de tráfico de fentanilo.
Como empresaria tuvo sociedades dedicadas a la venta de medicamentos, cosméticos, distribución de implantes y prótesis, para después cambiar de giro y crear la marca de ropa “El Chapo 701”, que explota la figura de su padre en ropa, figuras en miniatura del traficante y camisas del estilo que usó en las fotografías con la que posó con los actores Kate del Castillo y Sean Penn, en 2015. Asimismo, lanzó una cerveza artesanal alusiva.
En 2020, se conoció que Alejandrina se casó en Culiacán con Edgar Cázares, sobrino de Blanca Margarita Cázares, una sobresaliente operadora financiera de Ismael El Mayo Zambada, conocida como La Emperatriz, y de Emilio Cázares, un importante operador de la organización, quien fue detenido en 2012.
La otra hija del Chapo, Griselda Guadalupe Guzmán López, es hermana de Joaquín, Edgar y Ovidio (El Ratón), también parte de Los Chapitos, detenido en enero pasado por el Ejército Mexicano y solicitado en extradición por Estados Unidos. El segundo de ellos, Edgar, fue asesinado a tiros en mayo de 2008 cuando departía con su primo César Ariel Loera y con Arturo Meza Cázares, precisamente, hijo de La Emperatriz.
En 2017 apareció públicamente una supuesta hija no reconocida del capo, Rosa Isela Guzmán Ortiz. Sin embargo, mediante un comunicado Emma Coronel negó que esta mujer fuera parte de la familia de El Chapo, que él no la conocía ni sabía quién era su madre, aunque él reconoció haber recibido una carta de Rosa Isela y haberle contestado por cortesía.
Relación de Inteligencia
Los gobiernos de Ernesto Zedillo y José María Aznar estrecharon la relación bilateral en materia policial y de inteligencia, principalmente, por el interés de España para que México cooperara en el combate a la banda terrorista ETA, debido al gran número de miembros que se escondían en territorio mexicano.
El entonces Cisen –hoy Centro Nacional de Inteligencia— estrechó el intercambio de información con su homólogo español, entonces Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), hoy también CNI. La otra vertiente de contacto fueron las unidades de información de la Policía Nacional, particularmente la UCAO, que de 1994 a febrero de 2017 encabezó el citado Enrique García Castaño.
Gracias a esa cooperación bilateral, México consiguió extraditar a España a 49 etarras entre los años 2000 y 2017.
En agradecimiento, el 17 de marzo de 2017, España condecoró a Eugenio Imaz Gispert, titular del Cisen, con la Medalla Cruz de Plata al Mérito Policial que recibió en una ceremonia presidida por el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, acompañados por el general Félix Sanz Roldán, director del CNI español, la embajadora mexicana Roberta Lajous y miembros de la cúpula de la Policía Nacional, algunos de ellos metidos en el escándalo “Kitchen”, que al poco tiempo estallaría.
“Esta condecoración es por la estrecha colaboración en la lucha contra el terrorismo de ETA facilitando la detención de más de 40 etarras durante los últimos 20 años”, dijo el ministro Zoido en el acto protocolario.
El día 25, ocho días después del evento, el Gordo le escribe a las 13:53 horas a Francisco Martínez: “Aquí nadie se fija en nada. Le dio una medalla (Enrique) Barón (jefe de la Comisaría General de Información) al director del Cisen, estuvo el ministro y el director (del CNI). (Eugenio) Imaz asustao de las tonterías de Barón delante del ministro, que acabaron en el (restaurante) Filandon en una comida”, aunque no aclara qué tipo de comentarios hizo Barón; éste último también fue destituido por su presunta implicación en el escándalo de la policía política.
La relación del Cisen y la UCAO viene de lejos, por ejemplo, hubo cooperación en la investigación para capturar al exbanquero Carlos Cabal Peniche, que se había evadido de la justicia mexicana por los turbios manejos de su banco en los 90. Durante su estancia en España hubo una operación policial en la que estuvo a punto de ser capturado. Finalmente fue detenido en Australia, en 1998.
Asimismo, durante el gobierno de Peña Nieto, la UCAO apoyó a Cisen en la investigación contra el narco Juan Manuel Mono Muñoz, supuesto enlace de los Zetas en Europa. En el seguimiento a los hermanos Francisco Javier y Oscar Rodríguez Borgio que tenían activa la “ficha roja” de Interpol, y en la reconstrucción del entramado financiero del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte y sus cómplices en el extranjero, explicó a este semanario una fuente en España.
Los dos interlocutores españoles también comentaron el tema de Los Porkys, el 12 de junio de 2016, un día después de la detención en Madrid, de Diego Cruz Alonso, acusado de la violación grupal de una menor de edad, en Veracruz, que fueron protegidos por familiares, políticos y un juez.
Ese día a las 16:07 horas, el policía le explica al número dos de Interior, incluso bromea con un posible reconocimiento de México: “Me pidió el Cisen ayuda para encontrar a un chaval que pertenece a los porkys, un grupo de niñatos de buenas familias, que habían violado a una menor; como eran amigos de Peña Nieto la sociedad se le echó encima porque no les detenían, era por tanto un tema de Estado para Peña Nieto. Conseguimos localizarlo y le di la detención a pj (policía judicial), se realizó entre viernes y sábado, ha tenido una gran trascendencia en México, esto suma para la aguilita (la Orden Mexicana del Águila Azteca) que te van a dar los mexicanos dentro de poco”.
“Me lo ha contado mi suegra que está conectada a la prensa mexicana… ¡Muy Bueno!!”, contesta el secretario.
Hay alusiones a los frecuentes encuentros distendidos de García Castaño y la cúpula de la Policía Nacional con funcionarios de la embajada o del gobierno de México. En una de esas citas, dice, “me han dedicado una canción que se llama `rata de dos patas´, de Paquita la del Barrio. Búscala”, le cuenta festivo el policía al número dos de Interior, quien le contesta: “La conozco. No olvides que mi mujer es del Jalisco profundo. Mariachi y tequila”.
Desde la residencia del embajador, en la fiesta diplomática de 2015, García Castaño le escribe: “Estoy con el tequila en la embajada de México”. Y luego en otro mensaje posterior le señala bromista: “Los mexicanos querían proponer a (Ignacio) Cosidó (director general de Policía Nacional, 2012-2016) para el Águila Azteca, les he dicho en su idioma, que no chinguen y que el Águila es para ti. Además tu mujer es mexicana, con más razón”.
El 10 de febrero de 2015, el policía relata a su interlocutor un desaguisado en la entrega de una condecoración a “un mexicano”, a la que estaban invitados el exjuez Baltasar Garzón, Lola Delgado, Fernando Andreu y Santi Pedraz –la primera entonces fiscal y ellos jueces de la Audiencia Nacional—. “El ingeniero (Enrique) Barón (jefe de la Comisaría General de Información) dice que le molestará a Cosidó, por Garzón, le llaman los mexicanos y le dicen a Garzón que no venga, se cabrea y no viene ni él ni el resto de la Audiencia. Al final Cosidó no vino. Cagada. Ahora estamos comiendo con los mexicanos y Barón ni habla jaaaaaaaa”. “Espero que no se vayan de aquí a dictar sentencias…”, bromea el secretario, antagonista de Garzón y de los mencionados magistrados de la Audiencia Nacional. “Herradura y José Cuervo y a la cárcel”, bromea el policía. “Con esos amigos que tienes, fijo me traicionas”, responde Martínez.
Cemex: vínculos estrechos
En la sábana de los mensajes de WhatsApp de tres años entre García Castaño y Francisco Martínez, se pudieron encontrar al menos cuatro fechas distintas en las que mencionan reuniones con altos ejecutivos de Cemex.
Esta cementera representa la inversión mexicana más longeva en España, con 31 años de haberse instalado en este país y, sin duda, es una filial estratégica, al haber ampliado sus negocios a 30 naciones de la región (Europa y el Mediterráneo), con activos por más de 40 mil millones de euros.
Cemex es número uno de las primeras cinco “multilatinas”, como llaman a los mayores holdings de Latinoamérica que invierten en España, según el informe Global Latam, elaborado por ICEX-Invest y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
Una fuente diplomática que estuvo en España y que habló a condición del anonimato, explicó: “Son naturales esos contactos, por la importancia estratégica que supone una empresa como Cemex. Pero no olvidemos que si alguien pudo haber aceitado esas relaciones era la figura de un exdirector del Cisen, que luego pasó a las filas de Cemex”.
Se refiere a Jorge Tello Peón, quien fuera director del Cisen de 1994 a 1999, cuando se estrechó la cooperación bilateral en materia policial y de inteligencia. Y después se desempeñó como vicepresidente de Desarrollo de Información Internacional de Cemex.
Después de las 23:00 horas del 15 de diciembre de 2016, García Castaño le escribe a Francisco Martínez: “secretario estoy con los de Cemex”. “Dime si necesitas algo”. Luego de un intercambio de mensajes, Francisco Martínez le responde: “Háblales de mí, por si necesitan abogado!!”.
Esta comunicación sucede un mes después de que el escándalo político del caso Villarejo provocara el cese de Francisco Martínez como número dos del Ministerio del Interior, por acuerdo del Consejo de Ministros, el 18 de noviembre de 2016, tal como lo publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El 23 de enero de 2017, a las 13:25, García Castaño escribe a Francisco Martínez que al día siguiente se reunirá con Juan Pablo San Agustín (vicepresidente ejecutivo de Planeación Estratégica y Desarrollo de Negocios) de Cemex y Gaby Fuentes (ejecutiva de la compañía), “todos de confianza, por si se te ofrecía algo”.
“Juan Pablo es mexicano?”, pregunta Martínez. “Es de Asturias. Pero como si fuera mexicano, lleva toda la vida con ellos”, le contesta el policía.
El exsecretario de Estado y el policía intercambian mensajes, también el 18 de abril de 2017, para citarse a comer con “Mauricio (Doehner) de Cemex, que le acaban de nombrar presidente de la Cámara del Cemento. Comemos con él el jueves?”.
Doehner ha sido vicepresidente Ejecutivo de Asuntos Corporativos, Administración de Riesgos Empresariales para Europa, Asia, Medio Oriente, Sudamérica y México. Trabajó en la Oficina de la Presidencia en el gobierno de Vicente Fox, y actualmente forma parte del Consejo de Asesores del gobernador de Nuevo León, Samuel García.
El policía adelanta que ya comió con el citado directivo de Cemex un día antes, “pero llámale que ayer hablamos de ti”, apostilla.
El 13 de noviembre de 2017, el policía informa al exnúmero dos del Interior: “Está aquí Mauricio (Doehmer) de Cemex, he comido con él, se va el jueves por la noche”. “Comemos el jueves?”, pregunta Martínez, y el policía se compromete a ver la posibilidad. “Se lo digo y te cuento”. Aunque no se ofrecen detalles de los temas que abordan, es notoria la frecuencia de los contactos.
La camaradería y lisonjas mutuas en los WhatsApp de García Castaño y Martínez quedaron en el pasado. Hoy, que la Fiscalía pide en el caso Kitchen, 12 años de cárcel para García Castaño y 14 para el exsecretario Francisco Martínez –al igual que para otros miembros de la policía política—, ambos han declarado ante el juzgado y salpicado en un cruce de acusaciones que hacen más grande y compleja la trama.
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